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miércoles, 28 de diciembre de 2011

La Industria Azucarera en León

Fábrica de La Bañeza
El azúcar es un producto conocido por el hombre desde hace siglos. Se habla de su existencia en la Persia de Alejandro Magno, allá por el año 332 a C. El azúcar, en estos primeros momentos, se obtenía a partir de la caña azucarera, planta originaria de Nueva Guinea de donde paso a India, China y Oriente Próximo. En España, el cultivo de la caña fue introducido por los árabes en el litoral mediterráneo, existiendo, también, referencias medievales de la fabricación de azúcar. Posteriormente, serán los españoles quienes lleven esta planta, primero, a las Islas Canarias y luego a América, extendiéndose rápidamente su cultivo, y la producción de azúcar, de tal forma que, durante siglos, el Nuevo Continente fue el principal suministrador mundial de azúcar. 
Chimenea de la Azucarera de Veguellina de Órbigo
   
A mediados del siglo XVIII se descubrió la existencia de azúcar en la remolacha forrajera, pero será a principios del siglo XIX cuando se empiecen a desarrollar técnicas que permitan obtener de forma industrial, azúcar, a partir de remolacha. Napoleón fue el gran impulsor de la industria del azúcar de remolacha debido a la escasez de este producto como consecuencia del bloqueo naval que ejercía Gran Bretaña.
Surgen las primeras fábricas y poco a poco la fabricación de azúcar de remolacha se hace rentable y alcanza precios competitivos con relación al azúcar de caña. A mediados del siglo XIX la producción de azúcar de remolacha representaba un 14% de la producción mundial, porcentaje que irá aumentando a lo largo del siglo hasta llegar a superar a la producción de azúcar de caña en 1885, situándose a finales del siglo en un 60% de la producción mundial.
La producción mundial de azúcar en la campaña 2010/11 ascendió a 165,68 millones de toneladas de los que la Unión Europea ha producido 15,7 millones de toneladas.
En España, a finales del siglo XIX, siguiendo la tendencia del resto de Europa, se empieza a desarrollar el cultivo de remolacha que, además, se ve favorecido tras la pérdida de las colonias españolas de Cuba y Filipinas. En 1882 se pusieron en funcionamiento las dos primeras fábricas de azúcar, la primera en la Vega de Granada montada con la mejor tecnología del momento y la segunda en Alcolea (Córdoba). La legislación proteccionista de 1889 permitió el crecimiento del sector y el establecimiento de nuevas fábricas. La producción de azúcar en España fue creciendo pasando de  95.000 toneladas en 1900 a 126.000 en 1918, a 227.758 en 1948, a 329.594 en 1958, a 447.231 en 1961 y en 1984 se alcanza el  millón de toneladas producidas con una superficie cultivada de 25.500 hectáreas, mientras que el número de fábricas se fue reduciendo hasta alcanzar la cifra de 27 en activo en la campaña 1984/1985.
Azucarera de La Bañeza
Con la entrada de España en la Unión Europea en 1986, el cultivo de remolacha quedó regulado por la Organización Común del Mercado del azúcar que se caracteriza por un régimen de cuotas de producción distribuidas por Estados miembros y por empresas azucareras. La cuota que se estableció para España fue de 997.000 toneladas. En noviembre de 2005, el Consejo de Ministros de la Unión Europea aprobó una reforma del sector del azúcar que entró en vigor en el año 2006 con una rebaja sustancial de la cuota del azúcar para España que quedó fijada en 498.480 toneladas de azúcar, repartida entre las dos empresas azucareras que existen en España, AB Azucarera Iberia SL (antigua Azucarera Ebro, S.L.) con una cuota de 378.480 toneladas y cuatro fábricas en La Bañeza, Toro, Miranda y Guadalete y la Sociedad Cooperativa General Agropecuaria (ACOR) con 120.000 toneladas y una fábrica en Olmedo. La producción de azúcar en España, en la campaña 2010/11 ha sido de 455.300 toneladas.
Azucarera de Santa Elvira (León) en plena campaña

El cultivo de remolacha y la fabricación de azúcar también llegaron a la provincia de León. En 1899 se estableció en la localidad de Boñar una fábrica de azúcar denominada Azucarera Vasco-Leonesa. Su vida fue muy corta, ya que, en 1904 cerró sus puertas, al no poder vender su producción en un mercado saturado de azúcar.

Mejor suerte tuvo la fábrica de Veguellina de Órbigo, establecida por iniciativa de un grupo de empresarios en 1900. Al poco tiempo se hizo cargo de la fábrica la recién creada Sociedad General Azucarera (1903), que agrupaba a un conjunto importante de pequeñas fábricas repartidas por toda la península. La fábrica se estableció junto a la estación del ferrocarril, que había llegado a la localidad treinta años antes, en 1870. Para la primera campaña se contrataron a 640 empleados  y la fábrica molturaba a razón de 150 toneladas diarias. La producción durante los años siguientes fue creciendo de tal forma que en la campaña 1919-1920 se recibieron en fábrica 11.036 toneladas de remolacha y en la campaña siguiente 24.345 toneladas, obteniéndose respectivamente 1.503 y 3.425 toneladas de azúcar. Este aumento de la producción dio lugar a que se fueran realizando reformas como la electrificación, que se produce en 1928, y la instalación de cuatro calderas de carbón pulverizado.
Entrada principal de la Azucarera de Veguellina de Órbigo
Edificio de administración y de cultivos de la fábrica de Veguellina de Órbigo

Fábrica de Veguellina de Órbigo. Edificio destinado a pesar la remolacha
Impulsada por la fábrica de Veguellina de Órbigo, la producción provincial de remolacha aumenta adquiriendo cada vez más importancia en el conjunto nacional y esto va a propiciar el establecimiento de nuevas fábricas. En 1931, la Sociedad General Azucarera de España y la Compañía de Industrias Agrícolas, S.A. constituyen la Azucarera de La Bañeza, S.A., con un capital de veintidós millones y medio de pesetas La construcción y puesta en marcha de la azucarera motivó una gran demanda de mano de obra de toda la comarca lo que propició el aumento de la población y el establecimiento, a lo largo de los años, de nuevas industrias y servicios ligados a la Azucarera. La fábrica contaba con los últimos adelantos técnicos y tenía una capacidad de molienda de 1.350 toneladas al día. En la primera campaña se molturaron 52.000 toneladas de remolacha.
Azucarera de La Bañeza

Fábrica de Santa Elvira en León
Fábrica de Santa Elvira en León
También, en el año 1931, en León, se inician los trabajos por parte de la Sociedad Industrial Castellana (SIC) para la construcción de la Azucarera de Santa Elvira. Sin embargo, los intentos por establecer una fábrica en León se remontan a treinta años antes, cuando se creó una sociedad, denominada La Bernesga, que tenía por finalidad la construcción de una azucarera. La maquinaria para la nueva fábrica procedía de la Azucarera de La Rasa (Soria). Además de los edificios de la fábrica, se construyeron almacenes, talleres, oficinas y viviendas para los trabajadores. La primera campaña fue en el año 1935, la capacidad de molturación era de 700 toneladas diarias. Una nota común que se repite en las cuatro azucareras leonesas es su ubicación muy cerca del ferrocarril para así favorecer el transporte tanto de remolacha como de azúcar.
A pesar de la instalación de nuevas fábricas la década de los treinta no fue buena para la industria azucarera debido a la sobreproducción y a la caída de precios. Sin embargo, la década siguiente fue beneficiosa para el sector al aumentar la demanda de azúcar y en consecuencia la producción.
Antigua fábrica de Santa Elvira de León en funcionamiento
Durante los años siguientes, la industria azucarera española se consolida y concentra su actividad en León, Castilla y Andalucía Occidental en detrimento de otras zonas tradicionalmente productoras como la cuenca del Ebro y la vega granadina. La producción de remolacha en el campo leonés se incrementa asesorada e incentivada por la industria, y las fábricas de nuestra provincia son ampliadas y modernizadas para poder molturar toda la remolacha que se cultiva y para atender la mayor demanda del mercado. La entrada de España en la Unión Europea en 1986 va a propiciar la restructuración del sector en busca de una mayor productividad y calidad. Como consecuencia de este proceso asistiremos al cierre de las fábricas menos rentables y a la modernización y ampliación del resto. Dentro de esta restructuración, en 1990, la Compañía de Industrias Agrícolas, S.A. y Ebro Compañía de Azúcares y Alimentación, S.A., que había adquirido en 1967 el 95% del capital de la Sociedad Industrial Castellana, S.A., y en consecuencia, era dueña de la Azucarera de Santa Elvira de León, se unen formando Ebro Agrícolas Compañía de Alimentación, S.A. Una de las primeras decisiones de la nueva sociedad es el cierre de la Azucarera de Santa Elvira que se produce en mayo de 1992. En el momento de cierre la empresa contaba con 88 trabajadores fijos y 230 discontinuos. La capacidad de molturación de la fábrica había pasado, tras las sucesivas reformas y ampliaciones, a 3.600 toneladas diarias. A partir de ese momento las escenas tradicionales de los tractores y camiones cargados de remolacha esperando en la calle Doctor Fleming la entrada en la azucarera, las chimeneas de la fábrica echando vapor y el olor a melaza desaparecen. Parte de la maquinaria fue traslada a la fábricas de Peñafiel y Miranda de Ebro y el resto, la mayor parte, fue vendida como chatarra. Unos meses después solo quedaba el esqueleto de los edificios como recuerdo del pasado industrial de la ciudad. En mayo de 2004 los terrenos de la azucarera pasaron a ser propiedad municipal a cambio de la posibilidad de edificar 600 viviendas. Actualmente se realizan los trabajos para la construcción de un Palacio de Congresos proyectado por el arquitecto francés Dominique Perrault.
Azucarera de Santa Elvira de León en la actualidad
Azucarera de Santa Elvira en León
Azucarera de Santa Elvira en León
Azucarera de Santa Elvira en León

En 1998 se produce la unión de las dos compañías azucareras más importantes de España, así Ebro Agrícolas, Compañía de Alimentación, S.A. y la Sociedad General Azucarera de España constituyen, el 11 de mayo de 1998, la Azucarera Ebro Agrícolas, S.A que se convierte en la dueña de las dos azucareras existentes en esas fechas en la provincia de León. Como ya ocurrió anteriormente, la nueva fusión da lugar al cierre de otra azucarera leonesa, en este caso, la Azucarera de Veguellina de Órbigo, que cierra sus puertas en 1998. La fábrica de Veguellina tenía en ese momento una capacidad de molturación de 5.000 toneladas diarias. El cierre supuso un duro golpe para la Ribera del Órbigo no solo por la pérdida de los puestos de trabajo fijos y discontinuos de la propia fábrica, sino también por la de muchos negocios que habían surgido, a lo largo de los años, alrededor de la azucarera, como los de hostelería, transportes, reparaciones, servicios financieros y comerciales, que tras el cierre se vieron obligados a la liquidación. En el año 2000, la compañía anunció su intención de convertir las instalaciones en una fábrica de biocombustible como compensación al cierre, pero aquello sólo quedó en intenciones. Las últimas noticias hablan de un acuerdo entre la empresa y el Ayuntamiento de Villarejo de Órbigo para transformar los 87.900 metros cuadrados que ocupa la fábrica en una gran zona residencial, industrial y recreativa.
Azucarera de Veguellina de Órbigo

Almacen de la Azucarera de Veguellina de Órbigo

Azucarera de Veguellina de Órbigo

Vista exterior de los almacenes de la Azucarera de Veguellina de Órbigo
Entrada principal de la Azucarera de Veguellina de Órbigo

El 7 de febrero de 2001 se produce otra nueva fusión entre Ebro Agrícolas, S.A. y Puleva, pasando a denominarse Ebro Puleva, S.A (en marzo de 2001, se creó Azucarera Ebro, S.L. como filial de la anterior para separar el negocio del azúcar del resto de actividades de la empresa). La nueva sociedad, que estaba más interesada en otros sectores productivos, se desprende de la división azucarera en el año 2009 mediante la venta de la filial Azucarera Ebro S.L. a la empresa británica British Sugar Group (en el año 2011 Azucarera Ebro, S.L. cambió su denominación social a AB Azucarera Iberia, S.L.).
Silo de la Azucarera de La Bañeza

Azucarera de La Bañeza
Por el lado positivo, hay que destacar las inversiones realizadas desde 1998 en la Azucarera de La Bañeza para incrementar la capacidad de molturación a 8.500 Tm diarias, la construcción de un silo para el almacén de azúcar y la puesta en marcha de una planta de tratamiento de aguas residuales.
Azucarera de La Bañeza

Azucarera de La Bañeza

En la campaña 2010/2011, según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marítimo, en León se dedicaban 7.459 hectáreas al cultivo de la remolacha, obteniéndose una producción de 591.000 toneladas de remolacha.
Azucarera de La Bañeza

sábado, 24 de diciembre de 2011

lunes, 12 de diciembre de 2011

Ermita de Santiago deTrobajo del Camino (León)

El pasado mes de octubre aparecía en los medios de comunicación locales la noticia de la finalización de las obras de restauración de la Ermita de Santiago, de la localidad de Trobajo del Camino. Las obras han consistido en la reparación de la cubierta para garantizar la ausencia de humedades y en la restauración de la fachada.
Avenida Párroco Pablo Diez
Con este motivo vamos a realizar una visita a esta ermita que se encuentra en pleno camino jacobeo. El Camino de Santiago, como vimos en otra entrada de este blog, abandona la ciudad de León por la avenida de Quevedo que enlaza, sin solución de continuidad, con la avenida Párroco Pablo Diez. Siguiendo por esta calle podemos observar un moderno crucero construido en 1993 que se encuentra antes de la pasarela que cruza sobre las vías del ferrocarril. En un lado de la cruz aparece una imagen de la Virgen Blanca y en el otro un Cristo crucificado. En los laterales de la cruz cuatro angelotes.


Tras pasar la pasarela el Camino sigue por la calle Peregrinos para volver a salir a la Avenida Párroco Pablo Diez (antigua calle Real), pero, hoy en día, todos los peregrinos sortean este trayecto y no abandonan la ruta principal hasta llegar a la Ermita de Santiago.

La ermita es una pequeña construcción de planta rectangular construida en ladrillo y mampostería de cal y canto. Tiene una pequeña espadaña realizada de tapial y ladrillo sobre la puerta de acceso que se encuentra bajo un arco de medio punto realizado en piedra. En los laterales hay cuatro ventanas, dos a cada lado. En la fachada en una cartela se distingue una Cruz de Santiago, una concha venera de peregrino y la fecha de 1777. Todavía se puede observar un cartel, a la derecha, con la indicación de Calle Real.

La ermita se construyó en 1777 sobre una edificación anterior de origen medieval. Fue objeto de otra restauración en el año 1964, tras permanecer cerrada durante treinta años. Junto a la ermita existió, al menos desde el siglo XVI y hasta 1785, un hospital para peregrinos.
En el interior un modesto altar presidido por un crucifijo, una Piedad y una escultura de Santiago.
La imagen de Santiago fue realizada en 1778 por encargo de la Cofradía de Santiago y sale en procesión por las calles del pueblo cada 25 de julio, festividad de Santiago. Es una imagen barroca que nos presenta a Santiago vestido de peregrino con sombrero de ala ancha, montado sobre un caballo blanco, portando en una mano la espada y en la otra un estandarte con la cruz de Santiago. Este tipo de imágenes se popularizaron tras extenderse la leyenda de la intervención milagrosa de Santiago en la batalla de Clavijo en donde apareció en medio de la contienda montado sobre un corcel blanco y combatiendo al lado de las tropas cristianas.  























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martes, 6 de diciembre de 2011

Día de la Constitución (León)



Hoy, 6 de diciembre de 2011, nos fijamos en un pequeño monolito que se encuentra en  la explanada  frente al edificio de la Junta de Castilla y León, que fue instalado por el Ayuntamiento de León en el año 2008 para conmemorar el treinta aniversario de la Constitución. Sobre una piedra, una placa en forma de libro abierto en el que figura el escudo de León y la siguiente leyenda, 30 árboles, 30 fuentes de vida, 30 años de Constitución. Ayuntamiento de León, 6-12-2008. La obra fue realizada, con piedra de Boñar, por el taller de cantería del Centro de Oficios del Ayuntamiento de León.
El 6 de diciembre de 1978 se celebró en España el referéndum para la aprobación del proyecto de constitución, aprobado por las Cortes el 31 de octubre de 1978. La participación nacional fue del 67,1 por 100. El 88,54 por 100 de los ciudadanos votó “Sí”, lo que representaba un 58,97 por 100 del censo electoral, y el 7,89 por 100 votó “No”. En la provincia de León la participación fue ligeramente inferior a la nacional, un 65,5 por 100. Los votos afirmativos representaron el 88,1 por 100.
El 27 de diciembre fue sancionada por el Rey y el 29 de diciembre se publicó en el Boletín Oficial del Estado.
En estos treinta y tres años que han transcurrido desde entonces han existido dos reformas constitucionales y las dos han sido consecuencia de la pertenencia de España a la Unión Europea.
La primera fue en el año 1992 para modificar el artículo 13.2 y así permitir a cualquier ciudadano de la Unión Europea que "resida en un Estado miembro tener derecho a ser elector y elegible en las elecciones municipales del Estado miembro en que resida en las mismas condiciones que los nacionales de dichos Estados”.
La segunda se ha producido, precisamente en este año 2011, como consecuencia de la crisis económica, y ha consistido en modificar el artículo 135, incluido dentro del Título VII dedicado a Economía y Hacienda, para limitar el déficit público y las emisiones de deuda pública. Como se indica en la exposición de motivos, la reforma constitucional, “persigue garantizar el principio de estabilidad presupuestaria vinculando a todas las Administraciones Públicas en su consecución, reforzar el compromiso de España con la Unión Europea y, al mismo tiempo, garantizar la sostenibilidad económica y social de nuestro país”.
La reforma, tras su aprobación por las Cortes Generales, fue sancionada por el Rey y publicada en el Boletín Oficial del Estado del día 27 de septiembre de 2011.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Verano 2011 (León)

Ahora que está a punto de entrar el  invierno os dejo unas fotos de esos largos y luminosos días del verano.




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Primavera en León

domingo, 27 de noviembre de 2011

Caseríos de Valdeteja (León)


La zona conocida como los Caseríos de Valdeteja se encuentra en la montaña central leonesa al norte de la provincia de León, en medio de las hoces de Valdeteja. Pertenece al Municipio de Valdelugueros.
El punto de partida de nuestra visita lo situamos en la localidad de La Vecilla. De aquí partía una antigua calzada romana que llegaba hasta el Puerto de Vegarada, donde nace el río Curueño, cuyo trazado sigue básicamente la carretera LE-321 que nace frente a la Estación de FEVE. En nuestro camino dejaremos atrás Valdepiélado, Montuerto, la Cascada de Nocedo, el desvío a Valdorria y lo que queda del balneario de las Caldas de Nocedo. Poco a poco la carretera se irá estrechando y nos encontraremos rodeados de paredes casi verticales de piedra caliza. Estamos en las hoces de Valdeteja un estrecho, profundo y largo valle formado, a los largo de los siglos, por la acción del río Curueño, y que ha conformando un paisaje de excepcional belleza.
La carretera sigue el curso serpenteante del río Curueño. A la derecha podremos ver el Puente de los Verdugos o del Ahorcado y a pocos metros habremos llegado a nuestro destino.
Los Caseríos de Valdeteja son un pequeño valle que surge dentro de las hoces, y que recibe este nombre por las casas que se construyeron para guardar el ganado. A nuestro alrededor picos majestuosos, praderas verdes que ascienden hacia las cumbres, paredes verticales, pequeñas cuevas, formaciones boscosas de hayas y robles y un río de aguas cristalinas.
Es un lugar muy frecuentado por pescadores en primavera y por bañistas en verano que se acercan a este rincón natural para disfrutar de las aguas limpias y trasparentes del río Curueño.


martes, 15 de noviembre de 2011

Ermita San Roque de Boñar (León)


En esta entrada nos vamos a trasladar a la localidad de Boñar, que está situada al noreste de la provincia de León.

Según entramos en el núcleo urbano, por la CV-3141 en dirección al Puerto de San Isidro, a la derecha, se encuentra una pequeña ermita, que se empezó a construir en el año 1766. Está realizada en sillería y mampostería. Es de planta rectangular salvo en el ábside que es poligonal. Tiene dos ventanas a los lados y una pequeña espadaña. La puerta de acceso se encuentra en la pared sur. En el interior hay un retablo del siglo XVIII.

La ermita está dedicada a San Roque. San Roque nació a principios del siglo XIV en la localidad francesa de Montpellier en el seno de una familia pudiente. Muertos sus padres vendió todas las propiedades familiares y repartió el dinero entre los pobres. Desprendido de sus  bienes terrenales emprendió peregrinación a Roma.
Fue en aquellos años (1348) cuando se declaró una gran plaga de peste que se conoce como la “peste negra”. Iniciado el foco en Oriente fue propagada por marinos genoveses, que huían del asedio al que habían sido sometidos por los Tártaros en la península de Crimea. La enfermedad se extendió primero por Italia y luego por el resto de Europa. Los efectos de la peste negra fueron catastróficos, se estima que un treinta por ciento de la población europea murió como consecuencia de esta pandemia.

Roque se dedicó a atender a todas aquellas personas que se encontraban en su peregrinación y que estaban  infectadas. Logró, según parece, la curación de muchos individuos, pero un día notó que había contraído la enfermedad. Para no apestar a más gente se retiró a un bosque para pasar, en soledad, sus últimos días. Y así habría sucedido de no ser por la actuación de un perro que diariamente le llevaba un trozo de pan.
Una vez curado de la enfermedad, Roque emprendió el regreso a Montpellier. Cerca de aquella localidad fue detenido acusado de espionaje y murió en prisión.
  
La figura de San Roque adquirió gran notoriedad a partir del siglo XV convirtiéndose en uno de los santos más populares. Muchas personas y poblaciones enteras se encomendaban al Santo para pedir protección ante la peste o ayuda para superar la enfermedad. Como agradecimiento en muchas localidades se levantaron ermitas, se hicieron rogativas, se ofrecieron misas y surgieron cofradías en honor de este santo que había dedicado gran parte de su vida a atender a los enfermos. Este debió ser el origen de la Cofradía que existe en Boñar y de la advocación de la Villa al Santo.

No se conoce el momento exacto de la creación de la Cofradía, ni de la declaración como festivo del día 16 de agosto. Lo cierto es que la peste con mayor o menor virulencia se manifestó en varias ocasiones, a lo largo de los siglos XV al XVII, en la provincia de León, siendo especialmente trágicos los brotes producidos a lo largo del siglo XVII, alguno de los cuales (1647-1652) ha sido calificado como “la mayor catástrofe que se abatió sobre España durante los tiempos modernos”. Como consecuencia de alguno de ellos, la Villa de Boñar se debió encomendar al Santo en agradecimiento por la ayuda recibida para superar esa crisis sanitaria.

La imagen de San Roque, que se venera en la ermita, reúne los elementos básicos de la iconografía habitual del Santo. Va vestido de peregrino, con sombrero de ala ancha para protegerse del sol y de la lluvia, lleva esclavina sobre los hombros. Para ayudarse en la marcha lleva un bordón o palo, en forma de cruz, del que cuelga una calabaza para guardar el agua. Con la mano levanta las vestimentas y señala la pústula de sangre de color negro azulado que aparece en su pierna, señal inequívoca de la enfermedad. Junto al santo, otro de los elementos básicos, el perro que le salvó la vida.
La figura del Santo es sacada en procesión por la Cofradía de San Roque todos los años el día 15 de agosto. Acompañada del pendon y del grupo de tambores y cornetas de Boñar es trasladada a la Parroquia de San Pedro para recibir culto durante dos días. Pasada la festividad la imagen será conducida de nuevo a su ermita con el mismo ceremonial.
Pendón parroquial de Boñar ante la Iglesia de San Pedro





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martes, 8 de noviembre de 2011

Monasterio de Santa María de Gradefes (León)

En la ribera del río Esla, a 35 kilómetros de León, se encuentra el monasterio de monjas cistercienses de Santa María de Gradefes.

La Orden del Cister fue fundada en 1098 cuando un grupo de monjes, dirigidos por Roberto de Moresme, abandonaron el monasterio de Molesme para fundar un nuevo monasterio en Citeaux (Císter) como reacción al poder y a la relajación que se estaba produciendo en los monasterios cluniacenses y para volver a la observancia estricta de de la primitiva regla de San Benito. El gran impulsor de la orden fue San Bernardo quien ingresa en Citeaux en 1112. Tres años después, en 1115, funda, en un lugar apartado, el monasterio de Claraval. A lo largo de su vida fundó 68 monasterios distribuidos por toda Europa. Fue uno de los hombres más influyentes de su tiempo y consejero de muchos reyes y Papas. 
En sus inicios la Orden de Cister no mostró mucho interés por crear comunidades femeninas, pero en 1125 se fundó el primer monasterio femenino en Tart-L´Abbaye en la diócesis de Langres. A España las primeras monjas llegaron a Navarra, estableciéndose en Tulebras la primera comunidad de monjas blancas o cistercienses.
Al monasterio navarro le siguieron otros por tierras castellanas y el de Santa María de Gradefes en León.

El Monasterio de Gradefes fue fundado, en 1168, por Dª Teresa Pérez, viuda de García Pérez, señor de Rueda y Cea, caballero que combatió junto a Alfonso VII. Las primeras monjas llegaron procedentes de Tulebras. La construcción de la Iglesia se inició en 1177.
Se accede al monasterio por una pequeña puerta que da paso a un patio desde el que podemos contemplar los elementos estructurales básicos de la iglesia, la nave central y los ábsides. La iglesia no tiene fachada principal ya que era para uso exclusivo de las monjas.

La puerta de acceso tiene un arco apuntado, decorado con motivos en zigzag en todo su perímetro.

Se trata de un templo no muy grande, que incorpora elementos románicos y góticos en lo que se ha dado en llamar estilo de transición. Contemplando el templo se tiene la sensación que la idea inicial era construir una iglesia de mayores dimensiones, pero, probablemente, la ausencia de recursos económicos debió marcar el desarrollo posterior de la obra. Basta ver la cabecera de la iglesia y compararla con el resto para corroborar esta sensación.


La Iglesia tiene tres naves cubiertas por bóvedas de crucería y girola lo que supone una novedad para los monasterios de monjas cistercienses. En la girola existen tres capillas semicirculares rematadas por cúpulas semiesféricas, excepto la central.

Los arcos que conforman la cabecera son, los centrales de ojiva y el resto de medio punto. Sobre los cinco tramos centrales se abren ventanas de arcos de medio punto y columnillas en los laterales.

Los pilares se forman con medias columnas adosadas.
Los principios cistercienses prohibían rigurosamente el lujo en el vestido, en la vivienda y en la comida. Estos principios se trasladaron a sus edificios, al menos en un principio, respondiendo éstos a una exigencia de austeridad, sin apenas elementos ornamentales. Las Constituciones de la Orden del Cister prohibían las pinturas, las esculturas y los adornos ya que podían distraer a los monjes en sus oraciones, meditaciones y de sus obligaciones. En Gradefes podemos contemplar, no obstante, capiteles decorados, algunos con representaciones humanas, algo que, como ya hemos dicho, iba en contra de los principios cistercienses, pero que se justifica debido a que las naves se hicieron en época posterior.

Según se accede al templo, a la izquierda podemos observar, en primer lugar, incrustado en el muro, el sepulcro de D. Nicolás, capellán del monasterio y canónigo de León, que contiene su figura yacente y en el fondo, la imagen de Virgen sentada con el Niño bendiciendo, mientras ella le ofrece una manzana.

A continuación los sepulcros de los fundadores, Dª Teresa y su esposo, obra del siglo XIII

Presidiendo el altar la talla de Nuestra Señora de Gradefes, del siglo XVI.

El Monasterio ha sobrevivido a lo largo de los siglos a pesar de periodos en que las monjas abandonaron estos muros, como ocurrió en el siglo XVII y tras la Desamortización de Mendizábal y la supresión de las órdenes religiosas en el siglo XIX. Actualmente el monasterio está habitado por una comunidad de monjas cistercienses.

Si vas a visitar la Iglesia lo puedes hacer cualquier día de la semana de 9 a 21 horas, si bien, te recomiendo que aproveches las visitas guiadas que hay los sábados y domingos en horario de 10:30 a 12:30 horas y de 16:00 a 19:30 horas y así podrás contemplar el claustro y la sala capitular.



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Monasterio de San Pedro de Eslonza
Iglesia de Santa María de Sandoval